miércoles, 29 de enero de 2014

PARA CGT MOYANO HUBO 4,26% DE INFLACION EN ENERO

Para la CGT la inflación del mes de Enero fue del 4,26 %

(COMUNICADO INSTITUCIONAL)
La República Argentina se debate sobre dos cuestiones económicas que impactan negativamente sobre la vida diaria de los trabajadores: la INFLACIÓN y la DEVALUACIÓN.
La INFLACIÓN, que se traduce en el aumento constante y persistente de los precios de bienes y servicios, se potencia negativamente con una DEVALUACION no controlada, depreciando el peso argentino con referencia a una moneda fuerte como es el dólar.
El escenario que se plantea de cara a las próximas discusiones salariales no puede ser menos alentador a la hora de negociar la recuperación (no ya la ganancia) del poder adquisitivo de los trabajadores. Lo primero que se vislumbra a modo de panorama general es la falta de un plan económico integral con objetivos de mediano y largo plazo que encauce todas y cada una de las variables que dan por resultado la actual crisis que atraviesa el país: un adecuado equilibrio fiscal y monetario, control de la inflación, detención de la escalada de precios, emisión de moneda y fuga de capitales entre otras. Ello ayudaría a generar un esquema de previsibilidad necesario para la confianza que se debe recuperar y para una negociación salarial que necesariamente debe saber a que atenerse.
Tal como lo expresamos en nuestro último documento desde esta CGT, el Gobierno Nacional inició un camino de sinceramiento brutal respecto de la economía. Si bien trata de ocultar los hechos, que día tras día se suceden, con verborragia política propia de un relato increíble, lo cierto es que, por dar un ejemplo, la devaluación que “debía esperarse de otro presidente” ya ha sucedido.
Esta Confederación General de Trabajadores hace tiempo viene propiciando un escenario de confluencia entre los distintos sectores productivos, políticos, gremiales y de la sociedad toda, que de por resultado un gran Dialogo Nacional que permita atacar los graves problemas que padecemos con la visión amplia de pluralidad de ideas y trabajo mancomunado. Insistimos en ello como imprescindible herramienta para transitar un camino de salida a la crisis actual

El tema dólar. La idea pregonada por el Poder Ejecutivo en que la gente “debía pensar en pesos en la Argentina” se ha dado de bruces con la realidad. Hoy la depreciación del peso, desde aquel entonces (año 2011) es de casi del 100 %, con un 40 % en el año 2013. Los últimos días se ha producido una aceleración devaluatoria que ubica al peso argentino fuertemente depreciado respecto del dólar. La alta emisión monetaria desde la Casa de la Moneda hace que la oferta de pesos argentinos sea mucho mayor que la existencia de dólares estadounidenses que demanda el mercado. Y esto impacta directamente sobre aquellos productos de demanda directa o de bienes de capital que dependen del valor de la moneda norteamericana como referencia. Esa escalada se dirige en forma expresa a su precio, que lo pagan por supuesto los consumidores.
aa01La cuestión de los precios. Desde el fallido intento del control de precios iniciado a principios del 2013 con el lanzamiento del congelamiento de los mismos y el plan Mirar para Cuidar, hasta el actual ensayo de Precios Cuidados se visualiza un errado intento de controlar la inflación deteniendo el alza de precios sin prestar atención a las variables que afectan esta corrida alcista ni a la cadena de formación de valor que sigue menospreciando al productor por sobre los intermediarios. Los alimentos de la Canasta Básica, sólo en el año 2013, han sufrido un aumento del 41 %. La suba del dólar, en forma indirecta, impacta en los precios aun de aquellos productos que tiene componente 100 % argentino. Ya sea por especulación comercial, falta de confianza o la aplicación directa de aumento en la cadena de valor, lo cierto es que vemos que se traduce en incremento de precios y faltante de algunos productos
Las tarifas energéticas. Con el afán de oxigenar las cuentas del Banco Central y lograr un equilibrio fiscal se comenzó con la quita de subsidios al transporte que dio por resultado el aumento de los boletos de transporte de pasajeros de hasta un 66 %. A ello se suma el incremento en los combustibles que impactan directamente en los fletes y el trasporte de personas. Luego de ello se viene la quita de los subsidios estatales sobre el gas y la energía eléctrica. Todos de pleno impacto directo sobre los gastos fijos de un hogar que ocupan casi el 40 % de la Canasta Básica de una familia promedio.
La financiación. Un tema no menor ante la actual devaluación e inflación en marcha es que el mercado de oferta de productos ha comenzado a encarecer el financiamiento de la compra en cuotas. Ello sucede de dos maneras: con tasas de interés más altas a las actuales y con acortamiento o desaparición de los plazos de pago de deuda.
Los salarios. El salario de un trabajador se ve atravesado por las dos variables analizadas: la inflación impacta sobre los bienes y servicios que debe comprar sufriendo éstos aumentos constantes,  como agravante de esto, su haber mensual sufre la devaluación propia de la moneda argentina. Ello permite concluir que la paritaria del año 2013, cuyo promedio de aumento salarial de todas las actividades ha sido cercano al 24 % ha sido insuficiente frente a este panorama y que la deja retrasada en 3 % respecto del año anterior. El escenario de discusión que se avecina es claramente imprevisible: por un lado los trabajadores deberemos defender un porcentaje de una inflación proyectada para 2014 que ningún analista económico baja del 30 %, y por otro debemos tratar de recuperar la pérdida que la inflación/devaluación ha hecho sobre lo acordado en 2013.

Es por ello que, insistimos, trayendo a la memoria la frase de Juan Domingo Perón que a “este país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie”. Para ello se necesita despojarse de posturas extremas, discursos ideologizados y personalismos recalcitrantes. Es necesario recorrer el camino hacia un Pacto Social, Político y Económico que fije las bases para una Argentina a largo plazo ajena a especulaciones individualistas. Los proyectos nacionales y populares exigen precisamente ello: la presencia en el armado del plan estratégico de quienes luego, en las malas, se ponen el país al hombro.
Ciudad de Buenos Aires. 29 de Enero de 2014.

Jorge Alberto Sola                                                                                 Hugo Antonio Moyano
Sec. de Acción Social                                                                                      Secretario General

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