Para la CGT la inflación
del mes de Enero fue del 4,26 %
(COMUNICADO
INSTITUCIONAL)
La República Argentina se debate sobre dos cuestiones
económicas que impactan negativamente sobre la vida diaria de los trabajadores:
la INFLACIÓN y la DEVALUACIÓN. La
INFLACIÓN, que se traduce en el aumento constante y persistente de los precios
de bienes y servicios, se potencia negativamente con una DEVALUACION no
controlada, depreciando el peso argentino con referencia a una moneda fuerte
como es el dólar. El escenario que se
plantea de cara a las próximas discusiones salariales no puede ser menos
alentador a la hora de negociar la recuperación (no ya la ganancia) del poder
adquisitivo de los trabajadores. Lo primero que se vislumbra a modo de panorama
general es la falta de un plan económico integral con objetivos de mediano y
largo plazo que encauce todas y cada una de las variables que dan por resultado
la actual crisis que atraviesa el país: un adecuado equilibrio fiscal y
monetario, control de la inflación, detención de la escalada de precios, emisión
de moneda y fuga de capitales entre otras. Ello ayudaría a generar un esquema de
previsibilidad necesario para la confianza que se debe recuperar y para una
negociación salarial que necesariamente debe saber a que
atenerse. Tal como lo expresamos en
nuestro último documento desde esta CGT, el Gobierno Nacional inició un camino
de sinceramiento brutal respecto de la economía. Si bien trata de ocultar los
hechos, que día tras día se suceden, con verborragia política propia de un
relato increíble, lo cierto es que, por dar un ejemplo, la devaluación que
“debía esperarse de otro presidente” ya ha sucedido. Esta Confederación General de Trabajadores hace tiempo
viene propiciando un escenario de confluencia entre los distintos sectores
productivos, políticos, gremiales y de la sociedad toda, que de por resultado un
gran Dialogo Nacional que permita atacar los graves problemas que padecemos con
la visión amplia de pluralidad de ideas y trabajo mancomunado. Insistimos en
ello como imprescindible herramienta para transitar un camino de salida a la
crisis actual
El tema dólar. La idea
pregonada por el Poder Ejecutivo en que la gente “debía pensar en pesos en la
Argentina” se ha dado de bruces con la realidad. Hoy la depreciación del peso,
desde aquel entonces (año 2011) es de casi del 100 %, con un 40 % en el año
2013. Los últimos días se ha producido una aceleración devaluatoria que ubica al
peso argentino fuertemente depreciado respecto del dólar. La alta emisión
monetaria desde la Casa de la Moneda hace que la oferta de pesos argentinos sea
mucho mayor que la existencia de dólares estadounidenses que demanda el mercado.
Y esto impacta directamente sobre aquellos productos de demanda directa o de
bienes de capital que dependen del valor de la moneda norteamericana como
referencia. Esa escalada se dirige en forma expresa a su precio, que lo pagan
por supuesto los consumidores. aa01La
cuestión de los precios. Desde el fallido intento del control de precios
iniciado a principios del 2013 con el lanzamiento del congelamiento de los
mismos y el plan Mirar para Cuidar, hasta el actual ensayo de Precios Cuidados
se visualiza un errado intento de controlar la inflación deteniendo el alza de
precios sin prestar atención a las variables que afectan esta corrida alcista ni
a la cadena de formación de valor que sigue menospreciando al productor por
sobre los intermediarios. Los alimentos de la Canasta Básica, sólo en el año
2013, han sufrido un aumento del 41 %. La suba del dólar, en forma indirecta,
impacta en los precios aun de aquellos productos que tiene componente 100 %
argentino. Ya sea por especulación comercial, falta de confianza o la aplicación
directa de aumento en la cadena de valor, lo cierto es que vemos que se traduce
en incremento de precios y faltante de algunos productos Las tarifas energéticas. Con el afán de oxigenar las
cuentas del Banco Central y lograr un equilibrio fiscal se comenzó con la quita
de subsidios al transporte que dio por resultado el aumento de los boletos de
transporte de pasajeros de hasta un 66 %. A ello se suma el incremento en los
combustibles que impactan directamente en los fletes y el trasporte de personas.
Luego de ello se viene la quita de los subsidios estatales sobre el gas y la
energía eléctrica. Todos de pleno impacto directo sobre los gastos fijos de un
hogar que ocupan casi el 40 % de la Canasta Básica de una familia
promedio. La financiación. Un tema no
menor ante la actual devaluación e inflación en marcha es que el mercado de
oferta de productos ha comenzado a encarecer el financiamiento de la compra en
cuotas. Ello sucede de dos maneras: con tasas de interés más altas a las
actuales y con acortamiento o desaparición de los plazos de pago de
deuda. Los salarios. El salario de un
trabajador se ve atravesado por las dos variables analizadas: la inflación
impacta sobre los bienes y servicios que debe comprar sufriendo éstos aumentos
constantes, como agravante de esto, su haber mensual sufre la devaluación
propia de la moneda argentina. Ello permite concluir que la paritaria del año
2013, cuyo promedio de aumento salarial de todas las actividades ha sido cercano
al 24 % ha sido insuficiente frente a este panorama y que la deja retrasada en 3
% respecto del año anterior. El escenario de discusión que se avecina es
claramente imprevisible: por un lado los trabajadores deberemos defender un
porcentaje de una inflación proyectada para 2014 que ningún analista económico
baja del 30 %, y por otro debemos tratar de recuperar la pérdida que la
inflación/devaluación ha hecho sobre lo acordado en 2013. Es por ello que,
insistimos, trayendo a la memoria la frase de Juan Domingo Perón que a “este
país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie”. Para ello se necesita
despojarse de posturas extremas, discursos ideologizados y personalismos
recalcitrantes. Es necesario recorrer el camino hacia un Pacto Social, Político
y Económico que fije las bases para una Argentina a largo plazo ajena a
especulaciones individualistas. Los proyectos nacionales y populares exigen
precisamente ello: la presencia en el armado del plan estratégico de quienes
luego, en las malas, se ponen el país al hombro.
Ciudad de Buenos Aires. 29
de Enero de 2014.
Jorge Alberto Sola Hugo Antonio
Moyano Sec. de Acción Social Secretario
General |
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